Frutos de un Cristiano Maduro

La siembra y la cosecha es un principio sencillo, no podemos ignorar que es un principio establecido por Dios; lo que nosotros cosechemos está basado en el tipo de semilla que sembramos, como también en el esfuerzo o empeño que ponemos en el trabajo encomendado. En el libro de los Salmos leemos: “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán”.

Hoy quiero compartir con ustedes 7 señales del crecimiento personal o ministerial.

  1. DEJAS DE ATACAR GENTE, por tus propias inseguridades.
  2. DEJAS DE DISCUTIR, por tener la razón.
  3. DEJAS DE DAR TU OPINIÓN, sobre todo.
  4. DEJAS DE PEDIR, validación.
  5. DEJAS DE VIVIR, bajo prejuicios.
  6. DEJAS DE INTENTAR, impresionar.
  7. DEJAS DE CULPAR, a otros por tus fracasos.

Son cosas que a simple vista podríamos creer que ya no tenemos, pero, al hacer un estudio exhaustivo de nuestras actitudes y comportamientos diarios, podríamos descubrir que muchas de estas cosas aun continúan siendo parte de nuestra personalidad, y que como Cristianos ya no deberían haber, ya que lo que la palabra nos enseña es contrario a todas estas cosas, por lo que si aun existen en nosotros, no hemos llegado a la madurez que Cristo quiere que alcancemos.

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.

Gálatas 6:9

Si tu mirada sigue puesta en lo que hacen o no hacen los demás, si aun te afecta, si los demás no sirven, no trabajan, no se involucran, si te critican, si te peleas o discutes por estos u otros motivos etc etc… sin duda te hace falta madurar, y eso solo lo lograras poniendo en manos de Dios todo tu ser y dejando que el moldee toda tu vida.

Crece y glorifica a Dios en todo momento y lugar.