No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana.
1 Corintios 10:13
En un sentido más académico, la tentación se define como una atracción, ya sea desde fuera o desde dentro de uno mismo, para actuar contrario a la recta razón y los mandamientos de Dios.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado
Hebreos 4:15
Debemos volver al ejemplo de Jesús cuando fue tentado en el desierto por Satanás en Mateo 4:1-11. Cada una de las tentaciones de Satanás fue recibida con la misma respuesta: «Escrito está…«, seguida por el citar a las Sagradas Escrituras.
¿Cómo resistir las tentaciones?
- CON LA ESPADA DEL ESPÍRITU
No hay otra arma contra la tentación excepto la «espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios» (Efesios 6:17).
- PONIENDO LA MIRADA EN LAS COSAS DE ARRIBA
Colosenses 3:2 dice: «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.
- VELANDO Y ORANDO.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil» (Mateo 26:41).
Además, para tener éxito en resistir la tentación, se necesita establecer una base sólida. La profundización en nuestra vida de oración y la relación con Dios serán claves.
Evitar las ocasiones de pecado comunes, enraizar nuestros pensamientos menos en el mundo y más en lo que importa, osea Dios, será nuestra misión a partir de hoy.