No todos aprendemos, no todos escuchamos; el arte de escuchar requiere de algunos elementos que nos indican si escuchamos o solamente oímos. Aprendamos a escuchar; escuchar es la base para el correcto aprendizaje y aplicación de lo aprendido.
¿Que entendemos por escuchar?
“Aquel cuyo oído escucha las reprensiones de la vida morará entre los sabios”
Proverbios 15:31
Escuchar es prestar atención, atender y entender lo que uno oye. Quien escucha pone en ejercicio el sentido del oído. Quien atiende aplica el intelecto para comprender lo que oye. En la realidad cotidiana podemos decir que se oye mucho, se escucha menos y se atiende poco.
“Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; inclinen ustedes su oído a las palabras de mi boca”
Salmo 78:1
Si recurrimos al diccionario de la Real Academia Española (RAE), se especifica que escuchar significa “prestar atención a lo que se oye”. Sin embargo, oír se define como “percibir con el oído los sonidos”. Por tanto, la diferencia entre las dos acciones tiene que ver con la voluntariedad y predisposición.
“Escucha el consejo y acepta la corrección, para que seas sabio el resto de tus días”
Proverbios 19:20
10 pasos para saber escuchar
- Deja tiempo para que se explique
Cuando estés ante otra persona, tienes que aprender a respetar los turnos de palabra de cada uno. No interrumpas el mensaje y espérate a que haya terminado de decir lo que quiere que escuches. Después, te tocará a ti.
- Haz preguntas sobre el tema
Es una forma de mostrar interés por la conversación que está teniendo lugar. Tus preguntas tienen que ser abiertas e ir acorde con el tema a tratar. Le darás la oportunidad de expresarse con más claridad y obtendrás más información sobre su persona.
- Sigue el ritmo de la conversación
Evita las distracciones que puedan hacer que, en un momento dado, desconectes de la conversación. Justo entonces, la otra persona puede esperar una respuesta tuya que nunca llegará. Cuando mantengas un diálogo implícate al 100% en lo que se está comentando.
“Escuchen y presten atención, no sean altaneros, porque el Señor ha hablado”
Jeremías 13:15
- Mantenga el contacto visual
Fija tu mirada en los ojos de la persona con la que estás hablando. De esta forma, sabrá que le estás prestando atención y que te encuentras comprometido con lo que está diciendo. El lenguaje no verbal puede expresar más que el de las propias palabras.
- Asiente con la cabeza de vez en cuando
No abuses de este punto. Es importante que, de vez en cuando, hagas saber a la otra persona que estás de acuerdo con lo que te está transmitiendo. Una forma de hacerlo es afirmar con la cabeza o, incluso, sonreír. Sabrá que le estás escuchando y mostrará más interés por seguir hablando.
- No cortes a la otra persona
Hay un momento en el que la conversación llegará a su fin de forma natural. Nunca debes de ser tú quién que finalice de forma brusca el diálogo. Espérate a que la persona que tienes delante marque cuando acabar la conversación. De lo contrario, parecerá que no quieres continuar prestándole atención.
“¿Por qué no entienden lo que digo? Porque no pueden oír mi palabra”
Juan 8:43
- Reformula la pregunta si no te has enterado
Es una buena táctica si, en algún momento, no has entendido lo que te han querido decir o te has despistado. Utiliza sus propias palabras, pero en forma de pregunta. Entenderán que les estabas escuchando pero que no se ha explicado correctamente y repetirá.
- Interésate por aspectos de su vida
Cuando una conversación se genera en un ambiente de confianza, las anécdotas y las experiencias comienzan a ver la luz. Este hecho puede jugar a tu favor ya que, si la otra persona cree que estás interesado en conocer sus vivencias, tendrá una mayor motivación para expresarse. Captará tu atención con sus aventuras.
- Averigua cuál es su propósito
A través de una conversación se pueden determinar muchos factores importantes. Cada diálogo puede tener un propósito diferente. Averiguar cuáles son los objetivos de la conversación que estás manteniendo te ayudarán a desarrollar de forma más exitosa tus cualidades auditivas.
- Si te aburres, disimula
Te toparás con personas que no saben mantener una conversación y a las que será difícil escuchar durante mucho tiempo. Evita hacerlo visible. Busca el lado positivo e intenta llevar el diálogo a tu terreno. Será más fácil atender a lo que te están diciendo.
Las Escrituras nos llaman a estar más dispuestos a escuchar y también revelan los beneficios de cultivar este hábito. Estos son 10 versículos bíblicos sobre escuchar. Léelos a la luz del evangelio, gracias al cual todo humano que lo escucha obtiene sus bendiciones eternas.
Fuentes: forbes.es, coalicionporelevangelio.org