Donde estas tú?

Esa fue la pregunta de Dios para con su creación en el huerto del edén; trágica pregunta, trágica situación. El hombre se había movido del lugar que Dios le había asignado en el huerto; la Koinonia se rompió a consecuencia de la desobediencia al mandato divino.

¡Que nervios! Escuchar a Dios llamarte por tu nombre ha de ser algo difícil de afrontar. ¡Wow! Puedo apenas imaginar la sensación de escuchar esa voz única del Creador mencionando mi nombre. Creo que, en lo personal, estaría muerto de temor; quizá avergonzado o confrontado por mis acciones.

Pero la pregunta de Dios fue clara, dijo: ¿Dónde estás tú? Y esa es la pregunta que deseo que respondamos hoy. Dios nos confronta en esta etapa de vida y nos cuestiona para bendición nuestra, su intención no es castigar, es conocer dónde, en qué lugar estamos parados.

Este es el espejo de Dios, esa sencilla pregunta nos permitirá conocer qué somos, qué hacemos, qué deseamos, qué tenemos y para dónde vamos. Es bastante para masticar de una sola vez, pero vamos a intentar responder de la manera más clara y transparente:

¿Estás hoy bajo la cobertura de Dios? ¿Estás siendo obediente a la palabra de Dios? ¿Estás guardando sus mandamientos? ¿Estás caminando por buen camino? En lo personal no cumplo algunas de estas preguntas, pero me alegra saber que Dios será quien me ayude en mi debilidad.

Lo mismo hará contigo, pero eso sí, debes ser honesto y transparente en todo sentido; Dios es tu ayudador , Dios es tu Salvador, Dios es tu guía. ¿Te gustaría volver al lugar donde Dios te plantó? Esa sería la mejor decisión que hoy puedes tomar: volver a tu lugar original y desarrollar tu potencial al máximo en compañía de tu creador y Dios.

Si estás perdido, desanimado, frustrado, enojado, abatido: ¡Este es tu día! Hoy volveremos al lugar donde Dios te plantó y permaneceremos ahí. Vamos a sacar de nosotros toda frustración y dolor y cantaremos victoria con ayuda de Dios. Y si escuchas la voz de Dios preguntar: ¿Dónde estás tú? Podrás responder “Aquí a tus pies Señor, esperando tu presencia y bendición”