“Las heridas no sanan de la forma en que te gustaría, sanan de la forma que necesitan sanar. Les toma tiempo a las heridas desaparecer en cicatrices. Se necesita tiempo para que el proceso de sanación tome lugar. Date ese tiempo, date esa gracia. Sé amable con tus heridas, sé gentil con tu corazón”.
Anonimo
Las heridas emocionales dejan cicatrices que evidencian en la actitud y la personalidad de quien las padece. Esto sucede, principalmente, cuando dejamos pasar nuestros problemas pensando que se resolverán solos con el tiempo.
Es normal sentir emociones negativas, el problema se da cuando no somos capaces de resolver la situación y el dolor se fija en nuestro interior. Esto, con el paso del tiempo, acaba causando una herida emocional.
Dicen que el tiempo lo cura todo; pero, a veces, con el paso del tiempo sentir emociones negativas cae dentro de la ‘normalidad’, es ahí cuando surge el problema. Empieza porque no somos capaces de resolver la situación y el dolor que genera.
Es muy importante controlar las emociones, para que no acaben controlándonos en determinada situación, impidiéndonos ser objetivos y racionales. Algunas nos sumen en la tristeza o la rabia. Nos creemos incapaces de aceptar y afrontar la situación y cada vez que la recordamos aparecen de nuevo el resentimiento y los problemas de autoestima.
Para sanar nuestras heridas emocionales, los profesionales recomiendan aceptarlas como parte de nosotros y de nuestra historia. De las malas experiencias siempre se puede rescatar algo bueno, enseñanzas y aprendizajes.
Finalmente, perdonar a la persona que nos haya provocado las heridas emocionales nos liberará del dolor, para poder cuidarnos, dedicarnos tiempo, practicar deporte y ejercicios de relajación. Lo más importante es intentar ser positivo y ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío.
El corazón es el órgano más importante del cuerpo, incluso en la Biblia se nos dice que debemos guardar nuestro corazón porque de él mana la vida. ¿Cuántas veces hemos sufrido heridas en él?, y no me refiero a heridas físicas sino a cosas que nos han hecho entristecer grandemente y que nos producen heridas del corazón.
- Dios cura el corazón afligido
- Dios es medicina para las heridas del corazón.
Buscar a Dios en los momentos en que nos sintamos lastimados, es la única forma en la que podemos curar estas heridas. Tenemos que refugiarnos en Dios y en Su palabra para poder entender que aunque personas nos lastimen, cuando estamos en Su presencia, Él nos reconfortará y en Su amor Él nos sanará de nuestras heridas.
En 2 Corintios 1, versículo 3 y 4 nos muestra que: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Mientras que en Isaías capítulo 57, en el versículo 15 nos enseña que Dios está en las alturas siendo santo. Pero también está “con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes. Y para vivificar el corazón de los quebrantados.”
Las heridas del corazón tenemos que curarlas igual de rápido como cuando tenemos una herida física. Ya sabemos que Dios es la medicina para este mal. Refugiándonos en su presencia toda herida sanará, ya que Dios es fiel y justo para cuidar nuestro corazón. Se aliviará el dolor que nos causaron y se borrará toda cicatriz por su infinito amor y poder.
FUENTE: fielesadios.org; mdp.edu.pe